NUEVA YORK (Reuters Health) – Las mujeres mayores cuya dieta incluye muy poco calcio o agua -o demasiada sal- tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales, confirma un estudio.
Los investigadores descubrieron que entre más de 78.000 mujeres estadounidenses de entre 50 y 70 años, el riesgo de desarrollar cálculos renales por primera vez disminuía a medida que aumentaba la ingesta de calcio o líquidos. En cambio, las probabilidades aumentaban con una mayor ingesta de sodio.
Los cálculos renales aparecen cuando la orina contiene más sustancias formadoras de cristales -como calcio, ácido úrico y un compuesto llamado oxalato- de las que puede diluir el líquido disponible.
Desde hace tiempo se recomienda a las personas propensas a desarrollar cálculos renales que aumenten la ingesta de líquidos, ya que esto ayuda a diluir las sustancias que pueden producirlos. Reducir el consumo de sal puede ayudar, ya que el exceso de sodio aumenta los niveles de calcio en la orina.
Como la mayoría de los cálculos renales contienen calcio, antes se pensaba que reducir su consumo podía ayudar.
Pero los estudios de los últimos años han sugerido que los alimentos lácteos pueden ser realmente protectores – aunque los suplementos de calcio pueden no ser prudentes para los «formadores de cálculos.»
LAS MUJERES MAYORES, UNA PREOCUPACIÓN
Estos últimos hallazgos, publicados en la revista Journal of Urology, confirman la sabiduría convencional.
Según el Dr. Mathew Sorensen, urólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle que dirigió el estudio, a los médicos les preocupa especialmente la cuestión del calcio en las mujeres mayores, ya que éstas corren un mayor riesgo de sufrir adelgazamiento óseo y fracturas.
Por eso es bueno saber que una mayor ingesta de calcio a través de los alimentos está vinculada a un menor riesgo de cálculos renales en las mujeres mayores, dijo Sorensen a Reuters Health.
«Cuando la gente forma cálculos», dijo, “muchos piensan naturalmente que deberían reducir su ingesta de calcio”.
Pero es un «buen consejo general» mantener la ingesta habitual de lácteos, según Sorensen. Y si toma suplementos de calcio, pregunte a su médico si debería dejar de tomarlos.
Los resultados se basan en 78.293 mujeres estadounidenses a las que se hizo un seguimiento durante una media de ocho años. Durante ese tiempo, al 2,5% -una de cada 40- se les diagnosticaron cálculos renales por primera vez.
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